"Justo Poe", seudónimo del poeta Frank Ruffino

"Justo Poe", seudónimo del poeta Frank Ruffino
"Justo Poe", seudónimo del poeta español-costarricense Frank Ruffino. Imagen: mayo 2011. También se le conoce como "Poeta Santos Paniagua".

sábado, 3 de julio de 2010

El "antipoema prosaico" que causó polémica













Aquí reproduzco del blog "Poeta Frank Ruffino" un texto de extrema franqueza y que causó gran polémica en la bloguesfera tica y entre poetas de varios países, principalmente España, pues Ruffino presenta la crudeza del panorama poético de hoy en día, y porqué no, de otros géneros literarios. Pueden leer su publicación original y comentarios en el blog de este vate español nacido en Costa Rica en la siguiente dirección: http://poetafrankruffino.blogspot.com/2010/04/antipoema-prosaico-entrevista-al-poeta_9270.html

Justo Poe.






El reconocido poeta Laureano Albán enseña sus tomos de "Enciclopedia de Maravillas".










Frank Ruffino declamando en 2002 durante la presentación de uno de sus poemarios.











ANTIPOEMA PROSAICO: ENTREVISTA AL POETA DE HOY


al bardo Humberto Garza

Reportero: -¿Es usted familia del delfín?

Poeta: -Bueno, no precisamente, pero mi alma mide 11 campos de futbol.

R: -… ¿Entonces en esa mega cancha juegan los mejores equipos y se lucen las actuales luminarias?

P: -La extensión es una imagen, pero si solicitaran mi infraestructura para realizar el campeonato mundial con gusto la cedería a la Humanidad.

R: -¿Y en dónde albergaría sus poemas mientras los fanáticos abarrotan su grandiosidad de alma?

P: -Por el momento van de viaje; de todos modos desde hace lustros andan fastidiados y necesitan un
relax, repensar las cosas, replantearse su vocación...

R: -Ah, comprendo…Usted alquila su alma como una cancha de futbol cinco.

P: -Bueno, en mi
Náralit decimos que la necesidad tiene cara de perro. No puede uno pretender subsistir a pura poesía. Es más, la mayoría de vates asumen el costo de impresión de sus libros, después ofrecen sobornos e intimidan para que los lean.

R: -Si de algo no pueden quejarse los de su cofradía es que cuentan con una miríada de certámenes poéticos internacionales y en esta industria España es su capital.

P: -Sí, yo he mordido algo de esto.

R: -Mordido… ¿son familia los poetas de las hienas? Disculpe tan fea comparación, es que los crecientes rumores…

P: -Primos segundos no más. Aún no he podido agarrar un buen hueso. A través del internet unos hacen mucho
lobby con la créme de la créme cultural de los países, mas éstos apenas si pellejos dejan a los poetas de la periferia. La situación espeluzna y deprime. Mire mis cicatrices: bitácora de vuelo libre, a lo que salga con garras y colmillos.

R: -Qué duro, qué panorama! ¿Pero es su caso específico así de patético?

P: -Bueno, estoy dentro del panorama, no puedo sustraérmele. Imagino que soy como todas.

R: -¿Todas?

P: -Por la primada con las mentadas fieras…

R: -Ah. Pero, volvemos al principio: los delfines son más naturales, no se desgañitan por ser famosos, y vea usted, aparecen a cada instante en la tv, internet, videos, periódicos, calcomanías, llaveros, camisetas... realizan impecables y sublimes acrobacias y hasta establecen clínicas donde hacen las veces de fisioterapeutas, sicólogos y curan o alivian enfermedades que la ciencia médica no puede tratar exitosamente. Tan místicos embajadores de la buena voluntad que resulta imposible no amar estos genios del mar!

P: -Efectivamente, más nobles y exitosos que los poetas de esta tierra. Acepto eso. Los delfines saben que son las estrellas de la actualidad.

R: -Qué sucedería si a empellones encerramos a usted y a todos los de su especie en una jaula y el mundo los ignora por una semana: cero publicaciones, cero alabanzas, cero infladas de ego gratuitas, cero recitales de verso libertino, cero festivales, cero concursos, cero premios...

P: -No sé el desenlace. Solo introduzca su brazo entre los barrotes tratando de sobar el lomo de alguno de nosotros. La prueba es gratis…

R: -En ese caso prefiero una película de Alfred Hitchcock, menos
suspense.

P: -Usted fue el del ejemplo. Es mejor no confrontar a los poetas de hoy. Uno no sabe qué reacción pueda suscitarse después de semejante
reality show tras desenmascararnos.

R: -Por último: En Costa Rica uno de su tribu deseaba ganarse el Nobel de Literatura…

P: -Amigo, amigo, amigo… deseos son deseos y la mayoría de ahí no pasan. Mi desiderata desde niño es procurar establecer algún encuentro alienígena del tercer tipo, aunque sea lo mínimo, un “hola poeta, aquí estamos”. Y míreme, cada vez peor: hasta el contacto humano me están negando!

R: -Pero este bardo tico fue épico: compuso enciclopedias de maravillosos versos para terminar de convencer a los duros pingüinos de la Academia Sueca. ¿Qué pudo pasar?

P: -No sé si será la versión oficial, mas cuentan que un día
Laureado leía al pie de su biblioteca (pletórica de sus libros y pesados trofeos) y desde arriba cedió una tabla…, precisamente esa que sostenía sus dos maravillosos tomos de wikipedias. No murió, pero la parte del cerebro donde se localiza ganas e ínfulas se vio seriamente afectada. Ahora es como un niño, no recuerda ni ambiciona nada.

©Autor: Frank Ruffino, texto inédito de "Antipoemas", 24 de abril de 2010.